*Editor’s note: After we published Keri Mitchell’s story “Everybody wants to go to Rosemont,” about the school’s exceptionally high number of transfer students, in the February Advocate, a reader asked if a Spanish translation was available. While we do not have a translator on staff, another reader volunteered to translate the story. Here is Reagan Elementary teacher assistant Mayra Banda’s translation, provided here as a service to our Spanish-speaking neighbors.

With nearly 400 students transferring into Rosemont Elementary, carpool is a carefully orchestrated production. (Photo by Danny Fulgencio)

With nearly 400 students transferring into Rosemont Elementary, carpool is a carefully orchestrated production. (Photo by Danny Fulgencio)

Sign up for our newsletter!

* indicates required

Todo el mundo quiere ir a Rosemont, atrayendo los estudiantes alrededor de la ciudad

Rosemont es la escuela más poblada y popular en el norte de Oak Cliff, combinadas las dos escuelas (elemental y primaria) tienen 1,066 estudiantes.Eso es casi la cantidad de estudiantes que viven en la zona de assistencia de la escuela,— 1,111, en acuerdo con el estimado basado en datos del Census de Estados Unidos.
Mas de la tercera parte de estudiantes en Rosemont no pertenecen a la zona de Rosemont. El monto total de estudiantes transladados es de 376 esudiantes, ellos vienen de otras escuelas del distrito de Dallas. La población total en Reagan un escuela cercana y ahí hay 387 estudiantes y eso sobrepasa la inscripción en la primaria Hogg que es de 287.

En otras palabras el monto de estudiantes transladados en Rosemont pueden ser una escuela propia.
La tasa de transferencias es de 35% y no es lo mas alto en el distrito de Dallas pero si es lo suficiente para que en otoño del 2015, el Consejo del Comité Asesor del Limite de Assitencia fuera pedido a que considerara un cambio de limits para que el cambio mandara mas estudiantes de Rosemont a la primaria Hogg.
Las escuelas de Rosemont estan al sur del parque Stevens Park campo de golf, incluyendo a Kessler Park, Kings Highway, Winnetka Heights y parte de Kidd Springs. El Comité consideró extender los límites de Hogg al norte a la I-30 y al oeste a la calle Sylvan, eso pondria el este de Kessler y todo Kidd Springs dentro de zona de asistencia de la escuela Hogg.

“Las notas de la junta son una gran preocupación entre la comunidad,” segun las minutes del 09 de diciembre del 2015, alojada en Rosemont para reunir informacion. “Hogg y Reagan necesitan más estudiantes para mejorar la calidad de sus escuelas. Varios miembros de la comunidad quieren que se muevan fuera de la zona.
Sin embargo, no hubo cambios de límite. Cuando el Comité se reunió con el entonces síndico del distrito Eric Cowan el sugirió días después que “el Comité debería retirarse” porque “Rosemont quería tiempo para manejar los problemas por cuenta propia.”

No pasó mucho tiempo que la comunidad de Rosemont experimentara un cambio de directora. Anna Brining, quien dirijió la escuela por 15 años, se fue después del semestre de la primavera en el 2015 cuando el distrito de Dallas no quiso renovar su contrato. Muchos de los padres que participaron aseguran que el éxito de la escuela ayudo a atraer familias a comprar casas cerca y eso se debe a Brining, ellos lucharon contra su despido.

La mayoría del Comité, incluyendo a Cowan, votó para que Brining se quedara, pero lo anuló el que en ese entonces fuera el Superintendente Mike Miles. El distrito de Dallas promovió a la asistente Rachel Moon como cabeza de la escuela.

El número de transferencias subió constantemente durante el diderazgo de Brining; la escuela tenía 77 cuando llegó en el año 2000 y subió a 255 para el otoño del 2006 cuando abrió la primaria Rosemont Chris V. Semos. Fue el mismo año que la escuela lanzó su programa de dos idiomas. El programa se ofrecía desde Kínder. Es donde estudiantes que su primera lengua es español y los que su primera lengua es Ingles se combinan en un salón de clases y aprenden en ambos idiomas.

El programa ha sido la mayor atracción de las transferencias, dijo Moon.
Padres querían que sus hijos pudieran escribir y leer en dos idiomas y así obtuvieran más oportunidades de trabajo, ella dice. No ha habido otro programa en el norte de Oak Cliff hasta talvez hace dos o tres años en Hogg y Reagan.

Números de transferencia cayeron ligeramente bajo el liderazgo de Moon. Ella negó algunas solicitudes de familias divididos en zonas a Hogg, Reagan y Winnetka queriendo asistir a Rosemont para su programa de lenguaje dual. Ahora pueden participar en este programa en sus escuelas, dice Moon.

“Las escuelas se están volviendo muy competitivas, y tal y como debería ser,”Moon dice.” Los padres tienen una opción, y es emocionante ver el distrito avanzar en esa dirección donde realmente esperamos adelante la fuerza de trabajo y las habilidades necesarias para que nuestros estudiantes logren tener éxito.”

Política del distrito permiten los directores aprobar o negar las solicitudes de transferencia, que es más fácil y menos políticamente divisivo que cambiar límites cada vez que ocurre un cambio de población. Más de 20 por ciento de los estudiantes DallasISD no asiste a la escuela que le pertenece, y escuelas en el distrito de Dallas la mayoría, si no todas, tienen escuelas donde entran y salen algunas transferencias, dice Audrey Pinkerton, representante de Oak Cliff en el consejo del Distrito de Dallas.

“Los padres tienen una opción cuando se trata de educar a sus hijos, y DallasISD quiere que sean una de nuestras escuelas”, Pinkerton dice. “Las transferencias y otras ofertas de opción permiten flexibilidad para los padres.”

Y si los padres quieren que sus hijos asistan a una escuela particular y la escuela tiene espacio, como Rosemont, un buen argumento puede hacer que las familias que optan por una escuela invertirán en ayudar más. Moon trabajó durante varios años en el distrito de Dallas en el departamento de servicios para padres en la oficina central y en todo el distrito, “no vio muchos padres implicados.”

“Yo veo la diferencia que pueden hacer los padres”, dice Moon. “Yo y la Sra. Brining tenemos algo en común en que a ambas nos gusta como los padres se involucran y valoramos lo que tenemos porque sabemos que en las escuelas, no siempre obtendrá una gran cantidad de participación de los padres.”

Es uno de los grandes sorteos de Rosemont, dice ella, describiéndola como una escuela que también es rica en tradición y maestros veteranos.

Los padres con los conocimientos y recursos para defender pueden hacer una gran diferencia, los estudios demuestran, no sólo para sus propios hijos sino para todos los niños en una escuela. Este es uno de los argumentos más importantes para las escuelas socioeconómicas diversas.

A pesar de que Rosemont es aproximadamente 75 por ciento de bajos ingresos, es una de las más ricas escuelas en norte de Oak Cliff.

Todavía, las estimaciones del distrito muestran que de 296 estudiantes divididos en zonas a Rosemont asisten a escuelas privadas o son educados en casa. 226 en la zona de Hogg, casi la mitad de los estudiantes que viven en la zona de asistencia escolar, son estudiantes de la escuela privada o doméstica.

Hogg es casi 95% de bajos ingresos y Reagan, casi en Bishop Arts District, es 90%. (Ver más estadísticas sobre las escuelas de Oak Cliff en la página 23). Los estudios muestran que los estudiantes pobres en las escuelas predominantemente de bajos ingresos no ejecutan tan bien académicamente como los estudiantes en las escuelas más diversas como Rosemont.

Miembros de la comunidad “Hogg y Reagan necesitan más estudiantes para mejorar la calidad de sus escuelas”, dijeron en una reunión el invierno pasado. Tal vez el catalizador será sus nuevos programas de doble idiomas.

“Creo que como todos los padres quieren lo mejor para sus hijos”, dice Moon de familias que asisten a Rosemont. “Afortunadamente, esta escuela entendio que los padres hacen la diferencia.”

Pero Rosemont no tiene que ser único en esto, dice.

“Si todos los padres se involucraran con su escuela a la que pertenecen,” Moon dice: “cada escuela puede ser como Rosemont.” —Keri Mitchell